MCEISA

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Developer - 21 de febrero de 2017

MCEISA, UNA EMPRESA DE INGENIEROS PARA LA INDUSTRIA MINERA CON TRADICION Y BASTA EXPERIENCIA EN TÉCNICAS DE EXPLOTACIÓN SUBTERRÁNEA
Puedo escribir muchos capítulos sobre MCEISA, incluso antes que nacieran sus siglas y se empezara a formar y trabajar como MCEISA.

Sin embargo, me gustaría escribir en este artículo el origen de la tradición minera en MCEISA, tradición basada en la vivencia y experiencia de cada uno de los que hoy dirigen MCEISA, en el tiempo que ha pasado, este se inicia en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) del Perú.

Esta hermosa aventura prosigue su historia hace 39 años en la Unidad Minera de Julcani de la empresa Compañía de Minas Buenaventura. Al terminar mis estudios de geología en la UNI en diciembre del año de 1977; a fines del mes de febrero del año de 1978 tuve la grata noticia de ser invitado por don Alberto Benavides a trabajar en la Mina de Julcani. Don Alberto me llevo a la oficina de Geología y allí me presentó al jefe de geólogos, don Gualberto Valdez y le comunicó que yo era egresado de la UNI y que le gustaría que me vaya a trabajar a Julcani.

Me puse muy contento y le informé a mi esposa de mi reunión con Don Alberto. Inmediatamente me preparo para viajar. Una semana después me despido de mi esposa y mis pequeños hijos, con rumbo hacia Huancayo vía autobús (recuerdo que fue la empresa Hidalgo). De Huancayo, tomé el tren macho rumbo a Huancavelica - localizado a 148 km de distancia y a una altura de 3,660 msnm. Llegué por primera vez a esta bella ciudad, tierra del mercurio. En la estación me esperaban el chofer de la empresa y el ingeniero Muths, (con quien trabajé muchos años en Buenaventura, adquiriendo una gran amistad y camaradería en nuestro trabajo, esa amistad fue tan grande que unos  meses después es el padrino de bautizo de mis hijos gemelos).

 

 

Tren Macho, llegando a Huancavelica

 

 

Antes de llegar a Julcani pasamos por la mina Mimosa. En esta mina empecé a trabajar como geólogo, me acostumbre a esta nueva vida, me entregue de lleno a vivir el mundo de la mina, trabajando desde la mañana hasta altas horas de la noche. Sin embargo; algo extrañaba, era a mi esposa y mis hijos, por las noches soñaba con mi familia, pero tenía que seguir adelante. Habiendo trabajado aproximadamente ya cerca de dos meses, una tarde me llamo don Mario Santillán y me pregunto qué es lo que me faltaba y le comunique estaba muy contento con mi trabajo del cual me felicitó, pero me hizo una pregunta; extrañas a tu familia?, manda a llamarlos me dijo. Así llegaron los cinco niños Martínez mar con mi esposa a mi lado. Debo de confesar que durante mis estudios en la UNI nadie sabía que yo tenía 5 hijos; grande fue la sorpresa en la mina cuando llegaron a Julcani. Entre estos niños se encuentra mi sobrino quien vivió en nuestro hogar desde los 3 meses de nacido; ahora, ya tenía 6 años, mi hijo mayor Luis de 5 años, mis gemelos Pedro y Javier de 3 años y el último Francisco de 2 años.

Es así que con mi familia completa (con los futuros directores de MCEISA) nos vamos a vivir al campamento de Cocchaccasa una ciudad serrana en miniatura muy hermosa construida por Buenaventura. Cuatro meses mas tarde nos fuimos a vivir al campamento de Julcani; don Mario Santillán así lo dispuso, quien años más tarde ocuparía el cargo de Gerente General de Cía. De Minas Buenaventura. En este campamento mis hijos van a la escuelita fiscal, miran y viven de cerca los trabajos mineros (locomotoras, carros mineros, carguío de madera para interior mina),  las costumbres y las vivencias de los mineros, con el mameluco azul, con botas, con cascos que siempre preguntaban para que llevaban estos implementos los mineros. Para ellos es un mundo diferente al que estaban acostumbrados y lo consideraron una nueva costumbre de vivir, donde empiezan a alternar y a formarse tal vez con el tiempo en futuros mineros.

En Julcani mi sobrino y mis hijos se acostumbraron a subsistir a 4,200 msnm durante 4 años, en este lugar conocieron a sus primeros amiguitos hijos de nuestros trabajadores mineros, saliendo de la escuelita jugaban con ellos a la pelota o se iban a buscar al “muqui”, a quien ellos habían escuchado que vivía en los túneles abandonados.

El muqui es un duende minero que vive en las minas de la sierra peruana. La palabra muqui viene de la palabra quechua murik el que asfixia. Dice la leyenda que si le dabas su cigarro y cañazo el muqui te llevaba a la veta rica, pero si lo molestabas te llevaba dentro de la mina y te perdía para siempre

Los días de la semana salía de mi casa a las 6 de la mañana (viajando 12 km hacia La Mina Mimosa o Herminia) y regresaba a la casa a eso de las 11 de la noche donde encontraba a mis hijos durmiendo, prácticamente no los veía despiertos, mi esposa los cuidaba y los ayudaba en sus quehaceres de todos los días; los formaba fuertes y sin miedo. Sin embargo, los días Domingos muy temprano me acompañaban y nos íbamos al campo de futbol y mis hijos me ayudaban a marcar con yeso las líneas del campo para el campeonato.

Así pasaron rápidamente los años, viendo crecer a mis hijos, alternando nuestros viajes entre la mina y Huancayo, pasando por Huayucachi y Concepción (visitando a mis padres), continuando nuestro viaje a la ciudad de Lima para disfrutar del verano y fiestas del 28 de Julio, fechas en que salía de días libres y aprovechando para visitar a las demás familias de Lima.

En el año de 1981 en el mes de setiembre fui trasladado a las Minas de Uchucchacua, ubicado en las altas montañas de la serranía de Lima, nuestro nuevo hogar se llamaba Plomo Pampa. Eran casas de tres pisos con departamentos modernas cada una. Nosotros ocupábamos el primer piso. Allí mis hijos hicieron nuevas amistades con los niños de este nuevo campamento.

El clima era más variado que en Julcani. Mientras que en Julcani nevaba y llovía de vez en cuando, en Plomo Pampa nevaba más continuamente por muchas horas, donde mis “zamarros” utilizaban la nevada para hacer muñecos de nieve de sus tamaños poniéndoles su chalina, el gorrito y grandes ojos muy similar a lo que se veía en la televisión en tiempo de la navidad.

Son en estas alturas de Huancavelica y en las montañas de Lima, desde temprana edad, donde nuestros niños empiezan a forjarse como futuros mineros de pura cepa, correteando y jugando en los cerros aledaños, con nieve, granizo, lluvia, truenos y relámpagos, viviendo las tradiciones propias de un campamento minero; muchas veces se ponían a descansar boca abajo mirando como las locomotoras salían de los túneles jalando muchas carritos mineros llevando el mineral a la planta concentradora.

Todo este proceso lo observaban ellos desde muy cerca y en las noches comentaban sus aventuras con la Mamá y ella les decía que cuando sean grandes y profesionales no vayan a ser como Papá porque Papá sufre con la profesión que tiene, ya que debe de trabajar en condiciones de climas fríos y de temperaturas variados, muchas veces lejos de su familia; obviamente, esto no les asusto si no al contrario indirectamente los formo mineros.

 Años después, cuando estábamos trabajando en una pequeña mina de oro en el Sur del Perú, mis hijos ya se encontraban estudiando en la Universidad Nacional de Ingeniería, el mayor Luis, uno de mis gemelos Javier y mi hijo menor Francisco estudiaban Minas, mientras que mi otro gemelo Pedro estudiaba Geología. Mi sobrino, a quien todos lo consideraban como el hermano mayor, nunca quiso ir a la universidad, sin embargo cuando cumplió los 18 años, empezó a caminar a mi lado, viajando por diferentes minas de nuestra patria.

Le gustaba recorrer a mi lado a todas partes, en el campo describiendo a las rocas y las estructuras que encontrábamos, para él era como si yo le dictara mis clases de geología en privado, lo cual el aprovecho y aprendió todos los secretos de esta noble profesión.

Tal es así que una vez adquirido la experiencia necesaria desde joven se hizo cargo de los desarrollos mineros más importantes de varios centros mineros, los cuales actualmente están en explotación.

Volviendo a las minas del sur, todos nosotros trabajábamos en estas pequeñas minas y es acá donde aprenden el proceso de obtención del oro en las vetas filonianas; por ejemplo, llegan a conocer como se debía de extraer el oro: en primer lugar se ubicaba la veta de unos 10 o 15 centímetros de potencia de cuarzo (ese era la estructura que había en este pequeño yacimiento) y luego lo puruñaban (término del proceso que se utilizaba para calcular la ley de oro de la veta) para después ver si el oro que contenía era suficiente para desarrollar la veta. En ese entonces usábamos la lámpara de carburo que funcionaba con agua, el cual algunas veces a falta de agua se utilizaba el orines y cuando se atoraba el tubito pequeño por donde salía el gas para encenderla utilizábamos el tucshe (o se tucshaba).
 

 

 

Oro de aproximadamente 30 gramos, extraído por mineros..

 

 

 

Después venia el proceso de extracción del metal el cual era un trabajo penoso y forzado donde había que hacer un pequeño túnel siguiendo a la estructura, barrenando a pulso una sección de 0.90 m de ancho por 1.20 m de altura (en total se barrenaba 14 huecos de 0.60 metros de largo) y se dejaba al mineral cuarzoso donde se alojaba el oro, por lo general este quedaba en el techo de la sección, para que después de avanzar unos dos o tres metros fácilmente se tumbaba este mineral rico en oro.

Lo interesante de este proceso es que sin darnos cuenta los cinco jóvenes Martínez Tipe se estaban preparando y aprendiendo el noble trabajo de minero que más tarde realizaran; es allí donde combinan sus tareas con el canto aprendieron a cantar - Minero manta llullaykunki, Minero jina causakusa (Sabia Andina). Este temple les servirá mucho en culminar sus estudios en la universidad y en su futura vida profesional.



Fotografía de un grupo de mineros antes de Ingresar a la Mina en Huachocolpa. 1,998.




Los ciclos de estudios en la universidad terminaban en diciembre y en los meses de enero a marzo mis hijos, al igual que todo estudiante de minería, empezaron a salir de prácticas a las minas del Perú donde eran entrenados técnicamente. Cada uno fue a practicar a diferentes unidades mineras del Perú mientras que mi sobrino iba a la mina conmigo. Estas prácticas mineras complementaron sus conocimientos ya que les sirvió mucho para formarse como futuros ingenieros de minas.

Son en estas prácticas donde ellos miran y  aprenden en el campo todos los pasos o procesos de la minería convencional y mecanizada absorbiendo los conocimientos que sus maestros le enseñaban. Tenían dos clases de maestros, sus maestros operadores y trabajadores, y los ingenieros experimentados que dirigían y supervisaban los trabajos de minado.

Junto con sus maestros perforistas, enmaderadores así como carrelanos y motoristas antes de empezar las labores mastican (chacchan) la hoja de coca, con tocra, y pagan a la madre tierra (Pacha Mama) sus hojitas de coca a la entrada de la boca mina para que los deje trabajar sin accidentes, sino también a valorar y respetar el trabajo duro y sacrificado que un minero debe de realizar día a día para cumplir su objetivo. Al inicio aprenden  por  trabajos de limpieza de cunetas, instalación de tuberías de agua y aire, instalación de mangas de ventilación,  luego pasan a aprender a ser ayudantes de maquinista, scoopero, de sostenimiento con cemento (shotcrete y pernos) usando empernadores, de perforista usando jacklegs y jumbos de uno y dos brazos, y de acarreo usando camiones, y dumpers. Los ingenieros de la mina les enseñan a planificar, diseñar y supervisar el desarrollo y producción diaria, al igual que diferentes estrategias operativas que usaban para solucionar los diferentes problemas que pasaban en la mina y alcanzar sus objetivos de corto plazo, los Martinez Tipe entran a una última de preparación.

La mina es la que pone a prueba el coraje y cepa de todo minero, es allí donde los futuros ingenieros cuajan su carácter para el mañana y mis hijos lo sabían muy bien. Sabían que los trabajos de ingeniería de punta tenían que realizarlos en coordinación con todos sus compañeros y trabajadores siguiendo las normas de seguridad al pie de la letra, las consecuencias de no hacerlo se pagaba muy caro y algunas veces se pagaba con la muerte. Ellos más de una vez vieron pasar la muerte muy de cerca, es en la práctica donde aprenden a respetar y proteger las vidas de sus compañeros trabajadores y sus propias vidas, aprendiendo a controlar y sobrellevar sus temores y dolor cuando vieron accidentarse o morir a sus compañeros mineros.

Hoy después de muchos años que he visto a mis muchachos crecer y convertirse en profesionales, tengo la suerte de tenerlos a todos conmigo sacando adelante MCEISA con el objetivo de ser una empresa líder en la exploración y explotación de minas, es ahora cuando puedo decir que MCEISA efectivamente es una empresa familiar con Ingenieros de pura cepa formados en las minas de nuestra patria, preparados con una BASTA EXPERIENCIA EN TÉCNICAS DE EXPLOTACIÓN SUBTERRÁNEA, aplicando tecnología de punta en exploraciones, desarrollos y explotación de vetas, cuerpos, etc.,   .. La minería superficial es otra historia para otro blog.

 

 

 


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